lunes, 14 de enero de 2013

Fármaco contra la ansiedad podría provocar demencia: estudio


Las benzodiacepinas son un popular medicamento utilizado para tratar la ansiedad y el insomnio. Son un fármaco ampliamente prescrito a los pacientes de más de 65 años en muchos países: hasta un 20% en España. Ahora, un estudio acaba de observar que esta medicina podría aumentar el riesgo de desarrollar demencia.

Los investigadores de la Universidad de Burdeos (Francia) han visto que los pacientes mayores de 65 años que comienzan a tomar benzodiacepinas tienen un 50% más de posibilidades de desarrollar demencia en comparación con quienes nunca han consumido el fármaco, informó el portal 20 Minutos.

Las benzodiacepinas son muy utilizadas y muchas personas toman este medicamento durante años, a pesar de que las directrices sugieren que debe limitarse a unas pocas semanas. En Francia son prescritas a un 30% de los pacientes de más de 65 años; un 20% en Canadá y España; un 15% en Australia; y están algo menos difundidas en el Reino Unido y EE UU.


Las benzodiacepinas son agentes sedantes-hipnóticos introducidos por primera vez en 1960. Sus nombres genéricos son Chlordiazepoxide, Nitrazepam, Oxazepam, Medazepam, Lorazepam, Loprazolam, Clorazepate Dipotassium, Clonazepam,Diazepam, Clobazam, Midazolam, Fluazepam, Triazolam, Lometazepam, Flunitrazepam, Bromazepam, Prazepam, Alprazolam, Ketazolam, Halazepam, Chloral Hydrate y Temazepam.
En España, las marcas más habituales son Valium, Orfidal, Tranxilium, Trankimazín, Lexatín, Rivotril, Sedotime, Noctamid, Rohipnol y Halción.

Un seguimiento de 20 años a mil pacientes

El nuevo estudio, publicado en el British Medical Journal, se ha llevado a cabo en Francia, en 1.063 hombres y mujeres (con una edad promedio de 78 años) que estaban libres de demencia al comienzo de la investigación. El estudio se inició en 1987 y su seguimiento fue de 20 años.
Los investigadores utilizaron los primeros 5 años para identificar los factores que conducen a la iniciación en las benzodiacepinas y evaluaron la asociación entre el uso de este fármaco y el desarrollo de la demencia. Las tasas fueron ajustadas por muchos factores que puedan afectar a la demencia, como la edad, el sexo, el nivel educativo, el estado civil, el consumo de vino, la diabetes, la presión arterial alta, el deterioro cognitivo y los síntomas depresivos.
 
De los 1.063 pacientes, 95 comenzaron a tomar benzodiazepinas durante el estudio. Se confirmaron 253 (un 23,8%) casos de demencia, 30 en usuarios de benzodiacepinas y 223 en no usuarios. En números absolutos, la probabilidad de demencia fue de 4,8 por 100 personas en el grupo expuesto, frente al 3,2 por 100 personas en el grupo no expuesto.

Los autores señalan que aunque las benzodiacepinas son útiles para tratar la ansiedad y el insomnio, hay cada vez más pruebas de que su uso puede inducir efectos adversos en las personas mayores, como la demencia. Según los expertos los médicos deben evaluar los beneficios esperados, limitar las recetas a un par de semanas, y vigilar su uso sin control.
Estudios anteriores ya habían sugerido que la capacidad para memorizar información nueva –lo que en medicina se denomina memoria reciente– puede verse ligeramente reducida por la toma de este tipo de medicamentos

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