miércoles, 29 de mayo de 2013

Internet en Cuba: bajan las tarifas, aumentan las expectativas

Fuente de OnCuba Magazine: http://www.oncubamagazine.com/actualidad/internet-cuba/

Internet en Cuba: bajan las tarifas, aumentan las expectativas

Los cubanos reciben con buen ánimo y renovadas esperanzas la noticia de que el acceso a Internet se ampliará a 118 salas de navegación en todo el país, y bajará de precio, aunque todavía se mantiene alto y condicionado por un servicio prepago.
Nuevas resoluciones ministeriales, publicadas hoy en la Gaceta Extraordinaria No 16, prevén un descuento de 25 por ciento en la tarifa actual de conexión a Internet para personas naturales desde espacios públicos, y hacen pensar que finalmente el cable submarino de fibra óptica ALBA 1 comienza a hacerse notar.
Las autoridades cubanas han rectificado el precio de la hora de navegación en Internet para dejarlo en 4.50 CUC, mientras mantienen el de correo electrónico internacional con la tarifa actual de 1.50 CUC, y comienzan a ofertar navegación nacional a 0.60 CUC.

Las resoluciones No.197/2013 del Ministerio de Comunicaciones y No.182/2013 de Finanzas y Precios, vienen a modificar las tarifas fijadas por la Resolución No.146/2012 que descongeló en abril de 2012 el acceso para ciudadanos cubanos a este servicio, al mismo tiempo que fijaba su precio en 6 CUC/hora de Internet, una cota difícil de alcanzar para la mayoría de los cubanos cuyos ingresos habituales no permiten ese “lujo”.
En enero pasado, última vez que las autoridades se pronunciaron públicamente sobre el tema, una nota informativa de ETECSA indicaba que “será necesario ejecutar inversiones en la infraestructura interna de telecomunicaciones y aumentar los recursos en divisas destinados a pagar el tráfico de internet con el propósito de lograr el crecimiento paulatino de un servicio que brindamos hoy en su mayoría gratuitamente y con objetivos sociales”.
Al parecer, la política de “acceso social” a Internet basada en la diseminación gratuita del acceso hacia ciertos sectores priorizados de la sociedad, se sostendrá, en parte, por los ingresos que genere este servicio de pago, cuyos nuevos topes alivian ligeramente el bolsillo para quienes recurren a esta forma de acceder a la red de redes.
Prepago
El diseño de este servicio prevé dos modalidades: a través de cuentas temporales utilizando tarjetas no recargables (solo para navegación internacional), y cuentas permanentes disponibles para “el usuario que la solicite” que incluyen todas los alcances (y las tarifas) de navegación web y correo electrónico.
Tal como viene ocurriendo con la telefonía móvil, la modalidad prepago obliga a hacer depósitos antes de obtener el servicio y a cumplir con plazos de recarga, so pena de perder la titularidad sobre las cuentas contratadas.
Los usuarios tendrán 30 días de gracia para recargar sus cuentas una vez que se agoten los lapsos contratados, “de lo contrario, la cuenta, sus datos y el saldo serán cancelados”.
Salir de casa
Para obtener estos servicios habrá que salir de casa. Por el momento, a partir del 4 de junio próximo se habilitarán 118 salas de acceso según informó el diario Juventud Rebelde. Se localizarán “especialmente en las cabeceras provinciales, si bien se irán paulatinamente incorporando nuevas áreas de navegación en diferentes instalaciones.”
Entre las obligaciones que adquiere ETECSA en los contratos está la de “garantizar al usuario las condiciones en el área de navegación, las que estarán en correspondencia con la prestación de un servicio que se ofrece en espacios públicos”. Puede interpretarse que ETECSA asegurará condiciones mínimas de confort físico, disponibilidad de hardware y software, seguridad técnica y privacidad individual.
También cabe preguntarse si, además de estas “salas” en el futuro ciudades grandes y pequeñas del país contarán con bolsones de WiFi en bibliotecas, plazas, parques, universidades, desde donde conseguir las anheladas conexiones, también a través de dispositivos móviles.
De momento, el documento normativo define que a los usuarios corresponderá “acceder al servicio desde los lugares autorizados para ello, durante los horarios establecidos para su funcionamiento”, y “no ceder, revender o negociar de cualquier forma el servicio”.
Rápidos y listos
Según se describe, el acceso se realizará a través de un sistema denominado Nauta diseñado como puerta de acceso que permite autenticar las cuentas y llevar la contabilidad de los usuarios, tal como ocurre en muchos cibercafés en el mundo. Solo que este “cibercafé” será único y enorme, con un sistema de autenticación centralizado que, potencialmente, podría operar con otras bases de datos, con otros registros ciudadanos.
Las personas deberán ser rápidas y estar muy atentas durante sus incursiones en la red de redes, teniendo en cuenta que “desde que el usuario se autentica, el sistema comienza a descontar el tiempo de conexión, independientemente de la acción que realice en la computadora (navegación, uso del correo, elaboración de documentos o realización de trabajos)”.
Incluso se advierte que aunque el sistema se cerrará automáticamente 2 minutos después que el usuario deja de interactuar, cada persona debe estar atenta de cerrar su cuenta para no perder tiempo/dinero innecesariamente.
El uso
De forma explícita se recomienda “no  usar el servicio para realizar acciones que puedan considerarse por ETECSA o por las autoridades administrativas y judiciales competentes como dañinas o perjudiciales para la seguridad pública, la integridad, la economía, la independencia y la soberanía nacional. Actuar con total respeto a la legalidad vigente.”
Asimismo se advierte que ETECSA “denegará al usuario el uso del servicio de forma inmediata cuando se detecte que durante el transcurso de la sesión ha incurrido en alguna violación de las normas de comportamiento ético que promueve el Estado cubano”. Dichas normas, según se afirma, estarán “disponibles para ser consultadas por el usuario en la ventana de autenticación.”
Una de las obligaciones del usuario ante este servicio será “responder de forma absoluta por la confidencialidad de códigos personales y contraseñas asociadas” e “informar a ETECSA de cualquier sospecha de acceso fraudulento al servicio mediante el uso de sus códigos personales y contraseñas.” Para terminar diciendo que “el costo por el tiempo utilizado de esta forma, será asumido por el usuario.”
El diseño del servicio permitirá que las familias operen colectivamente cuentas para compartir gastos y buscar soluciones comunes a sus necesidades de comunicación, tal como ocurre con otros servicios de telecomunicaciones ya implementados.
Un paso más, no el último
Con este anuncio el gobierno cubano ratifica su interés por socializar cada vez más el acceso, aunque ahora tiene ante sí un nuevo tablero de juego. Hasta hace pocos meses el principal obstáculo para aumentar el número de clientes y mejorar el servicio era un reducido ancho de banda derivado de conexiones satelitales a altos costos.
Todo el país contaba con unos 300 Mb/s de subida y bajada, aproximadamente, una cifra similar a la de un hotel europeo. Esto, a pesar de que la Isla está circunvalada por decenas de cables submarinos que enlazan las américas del Norte y del Sur. El bloqueo comercial de Estados Unidos contra Cuba ha impedido también el uso de esa infraestructura técnica.
Pero desde hace varios meses el cable de fibra óptica ALBA 1, tendido desde La Guaira (Venezuela) hasta Siboney (Santiago de Cuba) permite, según se ha informado, un aumento en 3000 veces del ancho de banda disponible.
En esas condiciones, y a pesar del celo y la parquedad informativa que ha caracterizado el manejo de este tema, cabe pensar que ya el país está en tiempo de descuento, avanzando, aunque lentamente, hacia un estatus de conectividad similar al de muchos países con los que Cuba se compara en términos de desarrollo humano.
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